La quinta vela, que va al centro de la corona, nos recuerda a nuestro Señor Jesucristo como la luz del mundo.
Representa la fe en Cristo. Por la fe aceptamos que toda revelación es venida de Dios para comprender asuntos que el hombre no puede llegar a conocer por su propia cuenta. Cristo es el autor de nuestra fe y sólo por ella el justo vivirá.
Textos bíblicos: Salm. 122; Is. 2:1-4; Rom. 3:21-31; Mt. 15:21-28.
Nos recuerda que toda la Sagrada Escritura nos habla de que Dios es amor. Por amor, Dios decidió enviar a su único hijo para salvarnos. Jesús es el ejemplo perfecto de ese amor. Él nos ha mandado amar a Dios y a nuestro prójimo. Este amor debe ser real y tiene prioridad sobre cualquier otro asunto en nuestra vida.
Textos bíblicos: Salm. 91; Is. 63:7-14; 1Jn. 4:8; Jn. 3:16-17.
El color de esta vela representa la justicia de Dios. La Biblia dice que Dios es justo y recto; todos sus caminos son justos y no hay iniquidad en él. La justicia es resultado del amor, sin este requisito no hay justicia. Dios es misericordioso y por eso es justo. Jesucristo nos invitó a buscar el reino de Dios y su justicia. Esta justicia basada en el amor es lo que Dios quiere que practiquemos como cristianos.
Textos bíblicos: Salm. 9; Is. 11:1-10; Mt. 5:6; 6:33.
Simboliza la esperanza del cristiano, la cual se sustenta en la persona de Cristo. La esperanza cristiana provoca en el creyente un pensamiento crítico sobre el pasado, el presente y el futuro; conoce la crisis y se aferra a la promesa divina.
Textos bíblicos: Salm. 142; Is. 35:1-10; 1 Cor. 13:13; Luc. 1:5-25.
Es la vela que simboliza la persona de Jesucristo, el hijo de Dios, nuestro Salvador, quien vino para ser luz en medio de las tinieblas y liberarnos de la opresión del pecado. Él es la fuente de nuestra fe, de nuestra esperanza. Su justicia es resultado de su infinito amor por nosotros y nos otorga una paz verdadera.
Textos bíblicos: Salm. 72; Is. 9:2-7; 1Cor. 14:33; Luc. 2:1-20.
NUESTRA CULTURA
“En Panamá, por ejemplo, se colocan velas de color morado, rojo, rosada y blanca, que simbolizan el espíritu festivo de la reunión familiar.
Además hay quienes colocan una vela blanca o cirio que simboliza a Cristo como centro de todo lo que existe en el mundo.
Esta vela se enciende durante la Nochebuena porque nos recuerda que Cristo es la luz del mundo.
La luz de las velas expresa la luz de Cristo que desde pequeños buscamos y que nos permite ver tanto el mundo como nuestro interior.
Chong de Espino mencionó que lo más importante de todo no es el color de las velas que coloquemos, sino con qué fervor y fe lo hacemos.
El hecho de respetar que es época de dar amor y compartir la gracia de Dios con todos nuestros hermanos es lo que más importa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario