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Para comenzar con un año nuevo feliz



Haz que todas tus mañanas sean brillantes, llénate de optimismo,

piensa que todo te saldrá bien y no precipites los acontecimientos.

No te apresures a tomar decisiones, date tiempo para pensar.

No dejes que otro piense por ti, porque tú tienes tu propia personalidad.

Sé tú mismo, no dejes de serlo para complacer a otros.

Si tienes buenos amigos, disfruta de su compañía y de su amistad.

Comparte con tu familia, saca tiempo para estar con ellos.

Nunca trates de imponer tus propios criterios.

Cada persona tiene derecho a opinar y tu deber es oirla.

Si así lo haces, tu palabra cobrará más fuerza.

Sé paciente con los demás, así demostrarás tu alto grado de madurez.

Haz buen uso de tu dinero.

No desperdicies tu tiempo, pues el tiempo bien usado es un reflejo de tu carácter.

No comas con glotonería, sino para alimentarte.

No lo hagas por llenar el vientre, sino por una necesidad.
Saca tiempo para meditar y aprende a contemplar toda la hermosura que Dios creó a través de la Naturaleza.

Respétate a ti mismo y verás que los demás te respetarán.

Esfuérzate cada día por ser un buen ciudadano útil en la sociedad.

Si practicas estas reglas, seguramente serás en el Nuevo Año un ser humano feliz, porque con tu comportamiento estarás aportando para una mejor convivencia y podrás servir de inspiración para otros.

Año Nuevo



Celebración

En Rusia hubo un tiempo en que se celebraba el Año Nuevo con cien cañonazos; entre nosotros, aquello ha sido reemplazado sobre todo por fuegos artificiales.

También el 31 en la noche en Nueva York, la gente se reúne por millones en Times Square, en donde las 12:00 a.m. desciende un globo plateado.

En Londres lo hacen en la plaza de Trafalgar; en Madrid, en la Puerta del Sol; en Río de Janeiro, en la playa de Copacabana. Entre nosotros, ¡donde nos coja!

Rituales

Esa noche, según algunos, no debe hablar de la muerte ni proferir malas palabras.

Para algunos se debe usar ropa interior de color amarillo; para otros, rojo.
Lo que sí parece que nadie omite es la costumbre de comerse las 12 uvas: una con cada campanada y acompañada de un deseo.

Otros se bañan en champaña, le dan vuelta a su cuadra cargando una maleta, o se abren las puertas o las ventanas de las residencias.

Otros se sientan y se levantan 12 veces seguidas; o colocan dinero dentro de los zapatos o se comen una cucharadita de lentejas.

En esa noche no se debe usar platos o lozas astilladas. Muchos no comen carne. Usan ropas nuevas. Otros colocan un balde de agua debajo de la cama. Las circuncisiones en los hombres eran efectuadas los primeros de enero, el día de San Ildefonso Arzobispo, y habría que ver cuántas otras originalidades no se usan en extraños países.
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