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Símbolo tradicional de la temporada navideña

 JARDIN. La poinsettia o flor de Pascua


El color rojo que adquieren algunas de sus hojas en los meses de diciembre y enero distinguen a este bello arbusto, que se ha convertido en una representación de la Navidad por ser una de las plantas más regaladas para estas festividades.

Cinthia Almanza
PA-DIGITAL

“ La flor mortal que fallece y se marchita como todo lo que es puro" o cuetlaxóchitl, llamada por los aztecas, la poinsettia, hermosa planta de follaje rojizo, representaba por sus bondades decorativas y simbólicas la pureza y pulcritud de la vida y el recordatorio de los sacrificios de la sangre que, en tiempos pasados, realizaron los pobladores del Imperio azteca.

También la utilizaban como remedio medicinal, pues su sabia lechosa servía para tratar fiebres altas.

Historia.
Su uso se traspasó del Imperio azteca a los padres franciscanos de México, quienes por sus colores vivos y su florecimiento en Navidad empezaron a utilizarla en el siglo XVII, para ornamentar la procesión de la Natividad.

Así pasó de ser simbolismo de la sangre de los sacrificios aztecas al simbolismo de la sangre de Cristo.

Fue en 1825 que se popularizó en Paxco, México, por Juel Roberts Poinsett, primer embajador de Estados Unidos en México. Poinsett, amante de la botánica, quien la llegó a nombrar científicamente como Euphorbia pulcherrima.

Característica.
Poseen hojas tanto rojas como verdes, su centro está compuesto por pequeñas vainas amarillas, relativamente insignificantes y con negros estambres que brotan de este. Pueden convertirse en arbustos de entre 4 y 5 metros de altura

Tenperatura.
No resisten las zonas heladas, procure mantenerlas en zonas de máximo 25º, para que dure en óptimas condiciones.

El Valor del Nacimiento


Ya son muchos los hogares que están decorados. 
(FOTO: HERMES GONZÁLEZ)



Nayeli Williams

Llegó la Navidad y es momento de arreglar la casa con adornos relacionados a estas hermosas festividades.

Uno de los elementos más importantes que no puede faltar en los hogares cristianos es el Nacimiento, que narra la llegada del Salvador al mundo. Pero muchos son los elementos que lo componen, pero se desconoce su significado.

En esta ocasión, DIAaDIA les muestra la importancia de cada una de las piezas.

-María: Representa pureza, obediencia, bondad, amor, fidelidad.

-José: Representa el valor, humildad, obediencia.

-El sacerdote Raúl Peregrina manifestó que el lugar del Nacimiento fue en un establo, dentro de este había una choza que tenía un pesebre que era el comedero de los animales.

Esto simboliza la humildad que caracterizó siempre a esta familia (Jesús, María y José), que Jesús es un Dios para todos, pues nació en medio de pobrezas y no con grandes lujos.

-La estrella de Belén: el padre Peregrina manifestó que esta estrella ilumina el firmamento generando esperanza y sirviendo de guía para que los Reyes Magos encontraran a Jesús.

-Melchor, Gaspar y Baltasar viajaron desde el Oriente para llevar regalos al niño Jesús, estos son:

Oro: Que representa el gran poder del recién nacido, y reconocimiento de la llegada del Rey.

Incienso: Resinas olorosas que eran un tributo a Jesús, una adoración a la divinidad.

Mirra: Era un bálsamo usado para la unción de los muertos, representando el dolor y el sufrimiento futuro del Rey.

"Se desconoce si eran magos", expresó Peregrina, pero lo que sí es cierto es que se guiaban por las estrellas.

En familia


Son muchos los elementos que conforman esta linda historia, pero uno de los factores más importantes es que la familia debe estar reunida al momento de poner el Nacimiento en sus casas y hacerse partícipes de este momento de unión y reflexión.

DÍAaDÍA
ETCETERA
8  de diciembre de 2010

Mi primera Navidad



Me llamo Felipe y soy un niño muy pobre, pero no fue mi culpa nacer en un hogar con tanta necesidad. Cuando salía a recorrer las calles en diciembre, buscando dinero para mi familia, recuerdo que todos andaban muy afanados comprando cosas. Me paré a observar a un hombre que compraba una bicicleta y estaba emocionado, pensé cómo desearía que esa bicicleta fuera mía. El hombre pasó cerca de mí con el regalo y casi tropieza conmigo. ¡Cuidado!, me dijo, yo no podía quitar los ojos de tan linda bicicleta y le pregunté: ¿es para su hijo? Él me contestó: sí, es el regalo de Navidad que he comprado para él.

- Pero señor, ¿qué es la Navidad?, le pregunté.

Es el día en que celebramos el Nacimiento del Niño Dios y Él le trae regalos a los niños. - Oh, ya entendí, ¿pero eso es solo para los niños ricos, ¿verdad señor? -me miró llorando y me dijo. En realidad, hijo, es para niños como tú, ¡Feliz Navidad! Con asombro exclamé: ¿para mí, señor?

-Sí, me contestó, el Niño Dios te envía este regalo.

Esa fue mi primera Navidad. Hoy en día soy un hombre viejo y celebro la Navidad entre los menos afortunados del mundo, enseñándoles que la Navidad no es exclusivamente de los ricos, sino de todos. Es el día de mostrar el amor de Dios con los menos afortunados, porque dar el regalo a ellos, es dar el regalo a Dios. El verdadero cumpleañero.

¿Recuerda estas historias?



Diamar Díaz Nieto
DIAaDIA


¡Qué recuerdos! Quién puede olvidar esos maratones que duraban una semana en el que pasaban las mejores películas infantiles, que nos dejaban a todos una moraleja y hasta nos robaban un par de lagrimitas. Rudolph el Reno, Juanito Escarcha, El tamborilero, Néstor el burro de las orejas grandes, La Navidad sin Santa Claus, Navidad en julio, Frosty, el muñeco de nieve, El brillante Año Nuevo, de Rudolph, son solo algunas de estas historietas creadas por la compañía de dibujos animados Rankin Bass, la cual fue fundada por Arthur Rankin, Jr. y Jules Bass a principios de 1960.

Lo que pocos conocen es que en la mayoría de estas cintas se utilizaba la técnica de "animagic" o "stop-motion animation", que consistía en hacer tomas de los muñecos que representan a los personajes e ir moviéndolos poco a poco en cada toma para dar la sensación de movimiento. ¡Cuánto trabajo!

Fue tanto el éxito de esas películas, que sus canciones hoy son villancicos populares.

Una de ellas es la del pequeño tamborilero, la cual fue trasmitida por primera vez en 1968.

La misma cuenta la vida de Aaron, un niño que se la pasa tocando su tambor a través del desierto. Aaron odia a la gente porque años atrás unos bandidos mataron a sus padres. Por cosas del destino, Aaron llega a Belén en el momento del Nacimiento de Jesús y recibe un bello regalo que le devuelve la confianza en la gente.

Otro que muchos recuerdan es Juanito Escarcha. Juanito es el espíritu inmortal del invierno, quien controla los vientos y el hielo del invierno. Juanito Escarcha está enamorado de una chica humana llamada Elisa.

Nuestro personaje le pregunta al padre invierno si lo puede convertir en humano para conquistar a Elisa. El padre invierno accede, pero le advierte a Juanito que para ser un humano tiene que obtener antes de que comience la primavera, una casa, un caballo, un cofre lleno de oro y una esposa. ¡Ayy!


TREMENDO EJEMPLO

Néstor, el burro de las orejas largas, tiene una hermosa enseñanza. Este cuadrúpedo en un inicio fue maltratado por sus enormes orejas. Su madre muere al tratar de salvarlo de una nevada. Con el tiempo, llega a la vida de la Virgen María y José, quienes los adquieren para hacer el largo viaje a Belén. El burrito Néstor, gracias a sus enormes orejas, protege a María de las tormentas logrando llegar con éxito a Belén.

Quizás la más recordada es Rudolph, el reno de la nariz roja. Al igual que con Néstor, Rudolph es blanco de burlas por el color de su nariz, pero precisamente por ser diferente, es que su vida es especial, porque llega a guiar el trineo de Santa Claus para llevarle regalos a todo el mundo.

Pero esa no es su única cinta, en El brillante Año Nuevo de Rudolph, salva al niño Año Nuevo que escapa porque todo el mundo se burlaba de sus orejas.

¡Ahh! Recordar es vivir.



DIAaDIA
19 de diciembre de 2010

Navidad no es ...



Navidad no es un peldaño cada año
donde detienes la manía de hacer daño.

Navidad es más que un viejo barbas blancas
que regala sólo a aquellos que aprendieron a escribir.

Navidad no es un compendio de propuestas
donde el trueque de regalos parece trueque de apuestas.

Navidad no son las luces de tu árbol navideño.
navidad es luz por dentro y dos alas para un sueño.

Navidad no es ese obsequio compromiso
que por no llevar amor hasta te olvidas quien te lo hizo.

Si es que amas a aquel niño del pesebre,
ama en persona a tantos niños que en cartón se duermen.
Navidad no son las luces, ni el regalo, ni el pastel...
Navidad es aquel niño que de nuevo nace en ti.
navidad para mi eres tu felices fiestas.


Los dos carritos

Alberto Cabredo O.
Abogado y escritor.

Como todos los años, espero con mi hermano que se haga la luz para correr a ver qué hay bajo el árbol. Luego de celebrar con familiares y vecinos la Natividad, mi padre, al vernos dormidos, llena el piso de la sala con juguetes para hacernos creer que Santa vino y nos dejó regalos. Pero esta Navidad es distinta. Pasó algo extraño.

Al correr a abrir los regalos, solo encontramos dos paquetes bajo el árbol, mi hermano menor, muy enojado, maldijo hasta la sombra de Santa y, mi madre me miró con aquellos ojos grandes como luna llena, que expresaban todo sin decir palabra y los fijó en mi padre, que sentado en un sillón se cubría con las manos el rostro. No fue necesario que dijera nada, un relámpago tremendo centelleó en mi mente, de pronto lo entendí todo, no era Santa, era mi padre, sí, mi padre el que todas las navidades ponía los regalos alrededor del pino.

Lo cierto es que exageraba siempre, era impresionante el mundo de juguetes que nos obsequiaba y fascinante verlo echarse al piso a romper sus envolturas, como si fuese la primera vez que los observaba, y además, cómo se esforzaba por armarnos los juguetes, y cómo reía y jugaba con nosotros como un niño más. Pero algo pasó aquella Navidad y en un instante, crecí un kilómetro entero, qué digo un kilómetro, fueron diez los que crecí.

Mientras mi hermano se negaba a abrir su regalo, mi madre frunció el ceño y apretó los dientes, en tanto contenía las ganas de darnos un sopapo. Yo, que ya lo entreveía todo, le hablé al oído a mi hermano. No sé ya lo que le dije, han pasado tantos años, lo que sí tengo en la memoria muy claro, clariiito, es que me miró sorprendido y corrió a abrazar a mi padre.

Le brincamos encima y lo llenamos de besos, mientras a él se le salían las lágrimas le armamos una algarabía tremenda, saltábamos y gritábamos a su alrededor pidiendo que abriera los regalos con nosotros, eran dos carros de bombero muy sencillos, de plástico, creo, pero hicimos un escándalo, rodábamos los dos carritos encima de él y lo abrazábamos, miró a mi madre y esbozó una sonrisa, una de esas sonrisas que dicen que entiende, nos beso laaaaargo a los dos, se echó al piso y jugamos como nunca. Todo el día brincamos en su derredor, no le dejamos explicar absolutamente nada, no podía, nuestro entusiasmo no lo dejaba. Llegada la noche y, vuelta la calma, mientras nos rascaba la cabeza nos dijo, no lo olvidaré nunca, que era el hombre más feliz del mundo.


Panamá América
Suplemento Día D
26 de diciembre de 2010

Regalo especial



Existía un hombre, que a causa de una guerra, había perdido la vista. Para subsistir, este hombre desarrolló una gran habilidad y se destacó como artesano.

Cierta Navidad le quiso obsequiar a su hijo en calidoscopio, pues sólo le había regalado a su pequeño juguetes de madera. Y fue reuniendo pedazos de espejos, vidrios, metales, maderitas, etc.

Llegó la Nochebuena y el niño quedó maravillado con el obsequio.

Al regresar a la escuela, durante el recreo, el niño exhibió y compartió henchido de orgullo su juguete. Todos quedaron maravillados, pero uno de sus compañeritos, con ambiciosa intriga, le preguntó: ¿Dónde te lo compraron?

Todavía con orgullo el menor respondió: "No, no me lo compraron en ningún sitio... me lo hizo mi papá". Pero la cizaña seguía y en tono incrédulo le dijo: "¿Tú padre? Imposible... si tu padre está ciego". Nuestro pequeño amigo se quedó mirando a su compañero, y al cabo de una pausa de segundos, sonrió como solo un portador de verdades absolutas puede hacerlo, y le contestó: "Sí... mi papá está ciego... pero solamente de los ojos... "Solamente de los ojos".


El amor solo se puede ver con el corazón... 
Lo esencial es invisible a los ojos.

Curiosidades Navidad

 


-La palabra Navidad viene del latín "Nativitas" y significa nacimiento.

-El día de Navidad, 25 de diciembre, fue reconocido en el año 345, más tarde, en la Edad Media se empezaron a cantar villancicos por estas fechas.

-La figura de Papa Noél está inspirada en San Nicolás que murió un 6 de diciembre. La figura de Santa Claus es un invento estadounidense del s. XX también basada en la leyenda de San Nicolás.

-En Etiopía realizan una ceremonia del baño en los ríos en Navidad.

-La palabra Navidad en japonés es: Kurisumasu.

-En Gran Bretaña, en 1552, se prohibió la fiesta de la Navidad y no se volvió a instaurar hasta 1660.

-La primera Navidad en tierras americanas se celebró en 1492 en "La Española", la isla que bautizó Colón con ese nombre y que ahora comprende a República Dominicana y Haití.

-Los árabes fueron quienes fabricaron por primera vez el turrón que se extendió posteriormente por Europa y América.

-Las tarjetas de Navidad se empezaron a utilizar a partir de 1843 en Londres, al encargar Henry Cole a un amigo que le pintara una escena navideña para enviar a sus familiares y amigos.

Los Reyes Magos




Cuando el Mesías nació
en el cielo aparecía
 una estrella resplandecía
entre todas sobresalió.

Al Oriente un rey la vio
estando el rey Gaspar
 la estrella vio brillar
con muy fuerte esplendor
enseguida llamó a
 Melchor
 y también a Baltasar

II

Los  he mandado a llamar
el Mesías avcaba de nacer
su estrella acabode ver
en el firmamento brillar.
Yo les quiero aconsejar
que quiero aconsejar
que debemos partir ya
con destino a Judá
siguiendo aquella huella
 de la billante estrella
que de lo alto nos guiará

III

Partiendo para la ciudad
siguiendo aquella estrella
con su luz radiante y bella
 brillando en la inmensidad

Pero al llagar a Judá; 
al niño al no encontrarlo
 Herodes al entrevistarlos
 los encamino a Belén
les dijo averigüen bien
para ir también
a adorarlo.

IV

Partieron para Belén
 siguiendo siempre la huella
de la brillante estrella
que van siguiendo muy bien.

Hasta que por fin ya ven
que la estrella se detenía
en un establo con alegría
los tres reyes sí entraron
 y juntitos encontraron 
a José, al niño y María.

V

Ofrecieron sus tesoros
al Mesías adoraron
 a la vez le entregaron
incienso, mirra y oro.

Ángeles cantaban en coro
pero un ángel divino
 en sueños a los reyes vino
 y este les hizo saber
alos reyes cómo volver
 por diferentes caminos.

VI

Y los tres reyes partieron
tal dijo el ángel divino
 por diferente caminos
hacia el Oriente volvieron.

De esta forma cumplieron
lo que la escritura decia
anunciando se cumpliría
del Mesías anunciado
del hijo de Dios enviado
 cumpliéndose la profecía.

Por: Wilverto Castillo

La media vacía


Tomás es un chico de siete años que vive con su mamá, una pobre costurera, en su solo cuarto, en una pequeña ciudad de Escocia. La víspera de Navidad, en su cama, el chico espera, ansioso, la venida de Papá Noel. Según la costumbre de su país, se coloca una media de lana, esperando encontrarla, a la mañana siguiente, llena de regalos.

Pero su mamá sabe que no habrá regalos de Navidad para Tomás. Para evitar su desilusión, le explica que hay bienes visibles, que se compran con dinero, y bienes invisibles, que no se compran, ni se venden ni se ven, pero que lo hacen a uno muy feliz: como el cariño de la mamá, por ejemplo.

Al día siguiente, Tomás despierta, corre a la chimenea y ve su media vacía. La recoge con emoción y alegría y se la muestra a su mamá: "¡Está llena de bienes invisibles!", le dice, y se le ve feliz.

Por la tarde va Tomás al salón parroquial donde se reúnen los chicos, cada cual mostrando orgulloso su regalo. "¿Y a ti, Tomás, qué te ha traído Papá Noel?", le preguntan.

Tomás muestra feliz su media vacía: "¡A mí me ha traído bienes invisibles!", contesta. Los chicos se ríen de él.

Algunos niños pueden tener los mejores regalos del mundo, pero no son felices. En cambio, Tomás había descubierto, gracias a su mamá, el camino a la felicidad. 

Expuestos los secretos de “Cuento de Navidad”



El manuscrito de Charles Dickens,con el trazo original del autor,
 se encuentra expuesto en el Museo Morgan de Manhattan hasta enero.


David Valenzuela
Nueva York, EFE


Los secretos que envolvieron la creación de "Cuento de Navidad", del inglés Charles Dickens, salieron a la luz desde el pasado viernes en Nueva York, gracias a la exposición del manuscrito original que el escritor británico firmó en 1843.

El trazo original con el que Dickens (1812-1870) escribió la célebre historia del tacaño señor Scrooge se puede admirar hasta el 10 de enero en la Biblioteca y Museo Morgan de Manhattan.

"Lo más asombroso es ver el proceso creativo de Dickens. Se le puede ver escribiendo muy deprisa y con mucha energía, porque escribía bajo la presión de tener que entregar el libro justo para el inicio de la época navideña", explicó a Efe el experto en manuscritos y estudios literarios de la Morgan, Declan Kiely.

La obra "Cuento de Navidad", cuyo manuscrito fue adquirido a finales del siglo XIX por el fundador de la Morgan, Pierpont Morgan, cuenta cómo un avaro anciano (Ebenezer Scrooge), mezquino y malhumorado, se encuentra con el fantasma de su difunto socio, Joseph Marley, quien le advierte de las penurias que le esperan de no cambiar su actitud.

"Cuando Dickens lo acabó, el libro se imprimió en muy poco tiempo, llegó a las librerías el 17 de diciembre de 1843 y en Nochebuena se habían vendido ya las seis mil copias, con lo que se convirtió en un súperventas instantáneo", añadió Kiely, quien, sin embargo, explicó que no fue un éxito financiero.

Dickens invirtió una buena cantidad de dinero en publicar el libro y esperaba conseguir mil libras con las ventas, pero aquel año finalmente se tuvo que conformar con 230 libras de la época.

Kiely explicó así que Dickens se puso manos a la obra un año después de haber realizado su primera visita a Estados Unidos con la intención de conseguir una buena paga para irse vacaciones, junto a su esposa, cinco hijos y sirvientes, en Italia.

La Morgan ha escogido mostrar la página 37 del manuscrito, en la que, según Kiely, se puede leer cómo el fantasma de las Navidades Presentes se lleva al señor Scrooge a ver a la familia Cratchit y le dice que el famoso niño Tiny Tim morirá, una información que Dickens decide tachar y añadir más tarde para ganar "efecto dramático".

"Se pueden ver tachaduras y apuntes de Dickens, con los que lucha por ser conciso y ganar intensidad y efectividad en el manuscrito", dijo el experto, que definió como "sentimental y filantrópico" el estilo en este libro del escritor que retrató como nadie la época victoriana en el Reino Unido.

Esta obra marca, según Kiely, la transición en la que las Navidades se convirtieron en algo "más comercial que religioso", con lo que se puede decir que Dickens es, en parte, "responsable de concebir la Navidad como la celebramos hoy en día".

El secreto de la popularidad de "Cuento de Navidad" reside en que retrata "una historia de redención que es casi una parábola bíblica y en la que todos nos podemos ver identificados", aseguró.

Ese éxito es el que hace que "Cuento de Navidad" siga protagonizando nuevas ediciones, ya sea en forma de cuento infantil, obras de teatro dramático y musical, y por supuesto producciones cinematográficas.

La enésima película inspirada en la famosa fábula es "A Christmas Carol", con Jim Carrey de protagonista animado y que se exhibe estos días en las salas de medio mundo.

Pero antes de Carrey se pusieron en la piel o la voz del viejo avaro, en diferentes versiones y formatos, desde Bill Murray y Rowan Atkinson, hasta Michael Caine y Walter Mathaus, entre otros.

Llegó Navidad



Todos los años, al llegar la Navidad, acontecía algo singular en Paulita. Cuenta su mamá que cuando Paulita tenía cinco años, su abuela le contó que el Niño Jesús había nacido tan pobre que no tenía, como los otros niños, una cunita calentita, sino que lo habían dejado en un frío establo, en pleno invierno. Lágrimas de compasión corrieron por las mejillas de la niña: ¡Pobre niñito Jesús, sin colchón, sin abrigo! ¡Y Jesús era el Hijo de Dios!... ¿Qué se podía hacer?

La abuela le dijo que ella podía hacer una cuna especial y hacerle un regalo especial al niño Jesús. Pero, ¿cómo puedo hacer yo todo eso?, preguntó Paulita.

La abuela le explicó que cada sacrificio que hagas será una pluma para la almohada y para el colchoncito de Jesús y cada oración una hebra de hilo para las sabanitas.

Al tiempo, la abuela falleció. Una vez arreglando la casa, una amiga de Paulita le dio un pelotazo. Ella pensó responder de la misma manera, pero una voz interior le decía: "No le tires la pelota, soporta el dolor por mí. Has un sacrificio". Paulita se controló y dijo: "¡Sí Señor!, estas son tus plumitas, los sacrificios para el Niño Jesús". Muy obediente llegó la Navidad y Paulita pudo decir: "Lo logré. Ahora Niño Jesús, estás recostado sobre paja, pero en mi corazón".

El zapatero y el Gnomo

La Navidad de Papá Noel.



 



Un Cuento de Navidad - Charles Dickens

Parte 1



Parte 2



Parte 3


Parte 4

Muchas historias, una Navidad

¿Cuál es el origen de nuestras tradiciones navideñas? Para “recuperar el sentido cristiano de estas fechas” -como pide el Prelado en su carta-, puede ser útil conocer el origen de costumbres como el árbol o el belén.






La corona de Adviento

La corona de adviento está compuesta por cuatro velas con ramas vegetales, que se van encendiendo, una a una, en las cuatro semanas que preceden a la Navidad.

La corona de adviento encuentra sus raíces en las costumbres precristianas de los pueblos del norte, entre los siglos IV y VI. Durante el frío y la oscuridad de diciembre, colectaban coronas de ramas verdes y encendían fuegos como señal de esperanza en la venida de la primavera.






En el siglo XVI católicos y protestantes alemanes comenzaron a utilizar este símbolo durante el Adviento: aquellas costumbres primitivas contenían una semilla de verdad que ahora podía expresar la Verdad suprema: Jesús es la Luz que ha venido, que está con nosotros y que vendrá con gloria. Las velas anticipan la venida de la luz en la Navidad: Jesucristo.


La corona está llena de símbolos: la luz recuerda la salvación; el verde, la vida; su forma redonda, la eternidad, etc.



La fecha: el 25 de diciembre

En un primer momento, durante los siglos I y II después de Cristo, los cristianos no celebraban el nacimiento de Jesús. Se sabía cuándo había muerto, en la Pascua Judía, pero no cuándo había nacido. Sin embargo, en el siglo III existen los primeros testimonios de que la fiesta del Nacimiento de Cristo era celebrado por la Iglesia, todavía clandestina, el día 25 de diciembre.






Como en otros casos, los primeros cristianos aprovecharon festividades paganas para celebrar su fe. En el caso de la Navidad, en torno al 25 de diciembre las civilizaciones precristianas celebraban el solsticio de invierno, en la que la luz volvía de nuevo y se acababan las tinieblas. Aunque es una época de frío y de noches largas, se sabe que la vida vuelve de nuevo a empezar.


Por su parte, los romanos celebraban del 17 al 24 de diciembre las Saturnalia, unas fiestas dedicadas al dios Saturno. En la época imperial, a partir de los siglos I y II, se instauró el 25 de diciembre como el día del nacimiento del “Sol invicto”, divinidad que estaba representada por un recién nacido. Era un día de fiesta, nadie trabajaba, incluso los esclavos tenían fiesta.


Pronto, la ya gran comunidad de cristianos romana -que aún vivían en clandestinidad- aprovechó esa fecha tan celebrada en la sociedad romana para celebrar el nacimiento de Jesús, del que no conocían la fecha.


La difusión de la celebración litúrgica de la Navidad fue rápida. Tras las persecuciones de Diocleciano, en 354, se fijó oficialmente la fecha del Nacimiento de Cristo. En el siglo V puede considerarse que la Navidad era una fiesta universal, ya que por entonces la Iglesia no estaba dividida.


También los pueblos del Norte de Europa celebraban una serie de fiestas en torno al solsticio, en honor a dioses como Thor, Odin o Yule, razón por la que a los evangelizadores no les costó adaptar las fiestas paganas a la Navidad.



Misa del Gallo



En el siglo V, el Papa Sixto III introdujo en Roma la costumbre de celebrar en Navidad una vigilia nocturna, a medianoche, “mox ut gallus cantaverit” (“en cuanto canta el gallo”). La misa tenía lugar en un pequeño oratorio, llamado “ad praesepium” (“junto el pesebre”), situado detrás del altar mayor de la Basílica paleocristiana de San Pedro.


La celebración Eucarística de esta Noche Santa, comienza con una invitación instante y urgente a la alegría: “Alegrémonos todos en el Señor –dicen los textos de la liturgia-, porque nuestro Salvador ha nacido en el mundo”. El tiempo litúrgico de Navidad se prolonga hasta el domingo del Bautismo del Señor, el domingo que sigue al día de la Epifanía.


Los belenes



Un belén es la representación doméstica del misterio de la Natividad de Jesús. La costumbre surgió cuando en la Navidad de 1223, en Italia, San Francisco de Asís participó en la Misa dentro de una cueva en la localidad de Greccio. En ella, tras haber pedido permiso al Papa Honorio III, había instalado un pesebre con una imagen en piedra del Niño Jesús y un buey y un asno vivos.


Esta representación de Greccio fue el punto de partida de un fenómeno extraordinario de difusión del culto de la Natividad. Desde el mismo siglo XIII, la elaboración de belenes se difundió por Italia. Los frailes franciscanos imitaron a su fundador en las iglesias de los conventos abiertos en Europa. Esta costumbre se propagó por toda Europa durante los siglos XIV y XV.


En la actualidad, el belenismo tiene un gran éxito principalmente en Italia, España e Hispanoamérica. En Francia, tras la Revolución Francesa en que fueron prohibidas las manifestaciones navideñas, en la zona de Provenza surgieron con mucha fuerza. Incluso las comunidades protestantes, aunque no hagan belenes en las casas, sí conservan la tradición de representar “belenes vivientes”, con niños.


El árbol de Navidad

Es otra tradición precristiana que ha adquirido un significado profundamente cristiano. Muchas tradiciones, todas de procedencia nórdica, reclaman la costumbre del árbol de Navidad, aunque ninguna es fiable, por lo que su origen se pierde en la noche de los tiempos.


Los antiguos pobladores de Centroeuropa y Escandinavia consideraban a los árboles seres sagrados. Así, en la época del solsticio de invierno, adornaban el árbol más alto y poderoso del bosque con luces y con frutos (manzanas, por ejemplo), creyendo que sus raíces llegaban al reino de los dioses, donde se encontraban Thor y Odin.




Según la tradición, el cristianismo dio una lectura más profunda a esta costumbre. Se cuenta que San Bonifacio -un sacerdote inglés que evangelizó Centroeuropa entre los siglos VII y VIII- explicaba el misterio de la Trinidad con la forma triangular del abeto: los frutos serían los dones del Espíritu Santo (los regalos de Dios a los hombres); la estrella sería Cristo, la luz de Dios, la luz del mundo; y el tronco, es fácilmente asimilable a la tradición cristiana, que utiliza también muchos árboles en su catequesis: el árbol del Paraíso, de la Ciencia del Bien y del Mal, el árbol de Jesé, el santo madero del que se hizo la cruz…


A partir del siglo XV los fieles comienzan a instalar los árboles en sus casas. Con la reforma protestante –que suprime las tradiciones del belén y de san Nicolás-, el árbol adquiere más protagonismo en muchos países del norte. A sus pies los niños encuentran los regalos que traía el Niño Jesús.


El éxito arrollador del árbol en el mundo anglosajón se debe a la reina Victoria, quien instaló uno en el palacio real en 1830 y extendió la costumbre por todo el reino. En 1848 incluso llegó a felicitar las navidades con una imagen de la familia real ante el árbol, lo que contribuyó a su difusión también por EEUU.


La difusión del árbol en el mundo protestante hizo que en los países católicos, especialmente del sur de Europa, se diera menos importancia a esa tradición. Más recientemente, con dos pontífices centroeuropeos la costumbre del árbol de Navidad ha recuperado su importancia.


En 1982 se instaló por primera vez un árbol en la Plaza de san Pedro: “Que significa este árbol? –preguntaba Juan Pablo II–. Yo creo que es el símbolo del árbol de la vida, aquel árbol del que se habla en el libro del Génesis y que ha sido plantado en la tierra de la humanidad junto a Cristo (...). Después, en el momento que Cristo vino al mundo, el árbol de la vida fue vuelto a plantar a través de El, y ahora crece con El y madura en la cruz (...). Debo decirles – confesaba – que yo personalmente, a pesar de tener unos cuantos años, espero impacientemente la llegada de la Navidad momento en el cual, es traído a mis habitaciones este pequeño árbol. Todo ello lleva un enorme significado que trasciende las edades…”.


Los regalos



La relación Navidad-regalo es muy antigua. Desde el inicio, un regalo en estas fechas ha sido un modo de transmitir de modo material a las personas queridas la propia alegría por el nacimiento del hijo de Dios.

Hasta el siglo XIX, no se generalizó la idea, naciendo de las clases medias, de la burguesía. Reyes Magos, Niño Jesús, Santa Claus o Papá Noel, Befana, Olentzero, Caga Tiò… son personajes que, en las fechas de Navidad, traen regalos a los niños. Pero muchos de estos personajes tienen una larga historia. Contaremos dos:

Reyes Magos

La importancia de los Reyes Magos es principalmente religiosa: ellos son los protagonistas de la Epifanía, es decir, de la manifestación de Dios a todos los hombres, de todos los pueblos de la tierra.


Ya habían sido anunciados en el Antiguo Testamento (el libro de los Reyes e Isaías) y san Mateo los describe como “magos de Oriente”. Que fuesen tres y reyes, es una tradición que consolidó rápidamente, como demuestra Orígenes, teólogo del siglo II. Probablemente se trataba de sacerdotes de Babilonia, del culto de Zoroastro, dedicados a la astrología.




En el siglo V, León Magno fija en tres el número de reyes, representando así las tres razas humanas: la semítica, representada por el rey joven; la camítica, representada por el rey negro; y la jafética, representada por el rey más anciano. En el siglo XV, con el descubrimiento de nuevas tierras, adquieren sus rasgos definitivos.


A lo largo de la historia han recibido nombres como Magalath, Galgalath y Serakin; Appellicon, Amerin y Damascón; o Ator, Sater y Paratoras. Los nombres Melchor, Gaspar y Baltasar aparecen por primera vez en un pergamino del siglo VII.


Los restos de los reyes magos, tras ser encontrados por Santa Elena en Saba, vivieron un agitado traslado por toda Europa, hasta que reposaron finalmente en la catedral de Colonia.


Papá Noel




San Nicolás fue un obispo cristiano que vivió en la actual Turquía en el siglo IV. Aunque realizó muchos milagros, el más conocido relata que dio la vida a tres niños que habían sido descuartizados por un carnicero y había introducido sus restos en unos sacos. Por eso, su figura ha estado siempre unida a los niños. Su devoción ha pervivido tanto en la Iglesia católica como en la ortodoxa. Pronto, se asoció el santo a los regalos que los niños recibían por Navidad.


La imagen actual es una mezcla del Sinterklaas holandés y tradiciones escandinavas que habían llegado a EEUU. Su origen se remonta a una noche de 1822, cuando el pastor protestante Clément C. Moore creó el personaje de Santa Claus. El 24 de diciembre, al caer la tarde, su esposa comprobó que le faltaban algunas cosas para la cena y pidió a su marido que fuese a comprarlas. A su regreso, Clement se entretuvo un rato con el guarda Jan Duychinck: un holandés gordo y efusivo, con ganas de contar las tradiciones navideñas de su tierra, en particular las costumbres relacionadas con Sinterklaas (Santa Claus).


Ya en casa, el Dr. Moore mientras la mujer preparaba la cena, redactó un poema para sus tres hijas contando la visita que le había hecho San Nicolás. La figura que describió era la misma de Duychinck: un sujeto cordial, gordo, de ojos chispeantes, nariz roja y mejillas sonrosadas, que llevaba pipa y decía “ho, ho, ho”. Aunque el personaje se llamaba San Nicolás, no tenía nada del obispo.


(*) Artículo escrito por M. Narbona, Dr. en Historia.





"LA PRIMERA NAVIDAD"



"Alrededor del mes de Diciembre, a los niños les gusta imaginar qué ocurrió en la primera Navidad, incluso, antes de Santa Claus. Conozco bien la historia porque yo estaba observándolo todo desde arriba, en el oscuro cielo de la noche del 24 de Diciembre ¡oh hace tantos años! Soy la Estrella de Belén.


Los ángeles me pidieron brillar más que las otras estrellas aquella noche, para decirle al mundo que un niño muy especial había nacido para irradiar buena voluntad y paz. Y esta es la historia de la primera Navidad...


“Todo estaba calmo aquella noche mientras veía pasar lentamente a los Tres Reyes a lomos de camello por el desierto. En ese mismo momento brillé más, tal como me habían dicho los ángeles. Los Reyes me vieron en el Oriente y no pudieron resistir mi intenso fulgor. Quizás habían oído que una estrella como yo les iba a mostrar el camino hacia el hijo de Dios. Viajando de noche, los Reyes encontraron a unos pastores cuidando de su rebaño. “Vamos siguiendo aquella estrella de Oriente tan increíblemente bella… para encontrar el lugar donde ha nacido el hijo de Dios.” Desde allí viajaron todos juntos mirándome, ¡la estrella más brillante del firmamento! Por fin llegaron a una pequeña ciudad llamada Belén, y vieron que yo brillaba más sobre un establo. Todo estaba calmo y en paz. La caravana entró en el establo para ver al niño recién nacido, acostado en un humilde pesebre con paja. Al lado del niño estaban María y José, su madre y su padre y muchos animales. Los Reyes ofrecieron preciosos regalos traídos de muy lejos para el niño jesús: oro, incienso y mirra. Los pastores se arrodillaron en el suelo para rezar; agradeciendo el regalo de amor y pureza que el niño traía en sí mismo. ”
 

Mucha gente ofreció regalos después de esto. Supongo que por ello, en Navidad, ahora la gente en todo el mundo disfruta ofreciéndose regalos como signo de amor y esperanza y hace todo lo posible por aportar felicidad a los demás, como hizo Jesús toda su vida. Ahora me gustaría desearos unas fiestas ¡tan radiantes como la Estrella de Belén! "


"Que el Niño Dios brille en sus corazones"
¡Feliz Navidad!
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